Meghan Markle y el ‘acoso beauty’ por el color de su piel
Meghan Markle fue actriz antes que novia del príncipe Harry. Tiempo atrás de que se hiciera pública su relación a través de un comunicado del palacio de Kensington, la joven luchaba por abrirse un camino en el mundo de la actuación, pero, al parecer, su color de piel no se lo ponía nada fácil.
Ahora, la americana ha roto su silencio para la revista ‘Allure’ participando en un reportaje sobre la belleza y diversidad de más de 40 mujeres de color, entre las que también se encuentran Eva Longoria o Jessica Alba. Hija de madre afroamericana y padre irlandés, Meghan nunca se sintió distinta durante su infancia en Los Angeles. “Recuerdo el sentimiento de pertenencia, nada que ver con el color de la piel”, afirma. Pero, a medida que fue creciendo, comenzó el conflicto acerca de su identidad racial. “Demasiado blanca entre la comunidad negra y demasiado mestiza entre los blancos”, fue el principal problema para Meghan Markle.
Relegada a los papeles de latina o africana, parecía que no hubiera otros trabajos para ella en Hollywood. “Étnicamente ambigua” fue la clasificación que recibió en un casting. No obstante, superados esos prejuicios y orgullosa de ella misma, lo que más le molesta en la actualidad es que retoquen su imagen borrando sus pecas y cambiando su tono de piel.
También esta le ocasionó varios problemas al comienzo de su relación, cada día más consolidada, con el príncipe británico. Según el comunicado oficial la actriz se vio expuesta a «una ola de abuso y acoso» que incluía «calumnias en la primera plana de un periódico de alcance nacional, el fundamento racista de los artículos de opinión, y el racismo y sexismo descarado de los troles de las redes sociales». Motivos todos ellos que provocaron que Harry considerara que “se había pasado de la raya” y se preocupara profundamente por la seguridad de su novia.